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DE POMPEYA A FLORESTA (La Bella Época)

  Adoquines de Pompeya, cuantas veces me perdí por acá y no me pude encontrar, monedazos en la grito, y un chiflido que me pase a buscar, el sapo va a bailar. Estaciones pasar, y en Floresta bajar. Pasajes pasajeros y una esquina que me va a cobijar, vamos a brindar y volver a brindar, y volver a brindar.. Me estas matando! Estas bailando! Sh! Oh, no! El matadero ya esta podrido, y un guiño que me va a conquistar, vamos a bailar! Alpina esta vacío y un chiflido me viene a rescatar. Y vamos a brindar, estaciones pasar y en Pompeya bajar… Me estas matando! Estas bailando! Sh! Oh, no!

Voy a Bailar a La Nave Del Olvido La Renga

 Hoy voy a bailar A la nave del olvido Olvido mi gotera Y mi ración criminal Perfumes baratos Ambientes picados Discos rayados Yo quiero despegar Hoy voy a bailar A la nave del olvido Olvido a mis hermanos Estampitas de estación Vení morocha que vamos a dar Una vuelta al chaperío La Perito está desierta Y la Luna se ha posado Sobre los techos de Pompeya Hoy voy a bailar A la nave del olvido Olvido mi gotera Y mi ración criminal Zapatos embarrados Vuelvo algo mareado Esquivando charcos Todo va a despertar La Perito sigue desierta Y el Sol que hizo invisible A la Luna de Pompeya La Perito sigue desierta Y el Sol que se ha posado Sobre los techos de Pompeya

Nací en Pompeya Tango 1949 Música: Natty Paredes Letra: José Rótulo

En cuna de barro se hamacó mi infancia, con noches de plata y luz de arrabal. Mi canto de cuna fue canto de sapos, nací como el ave, sabiendo cantar. Mi madre fue parda, de nombre milonga, y en los tamboriles aprendió a soñar. Mi padre fue un guapo, clavel en la oreja, de aquel Buenos Aires, de trenza y percal. Soy varón, porque soy tango, si me han visto lagrimear, no es de flojo ni cobarde, es que soy sentimental. Soy varón, nací en Pompeya, tengo voz de bandoneón, canto alegrías y penas que brotan del corazón. Con un organito moliendo mis quejas, camino del centro, luciendo un clavel. Dejaba colgado, como un pentagrama, las notas de un tango cantando un querer. Ya no soy el mismo, cambié mi ropaje, me quité el pañuelo, chambergo y clavel, paseé por el mundo, llevado del brazo, del padre del tango, don Carlos Gardel.

Adiós a Pompeya Tango Música: Osvaldo Manzi Letra: Isusi

  Mi viejo barrio Pompeya ¿Cómo te digo el adiós? La hora tal vez más triste ya golpeó en mi corazón., La vida, como tu río me lleva sin compasión yuyo... farol... y potrero estrella... luna y zanjón, y el grillo aquel, a quien pido su voz pa’ decirte adiós. Duerme mi barrio entre niebla y entre niebla se alejó... Y aunque su luz siempre llega yo me he quedado sin ella, yo me he quedado sin ella y sin ella no qué soy. Perdido por tus orillas bandeado por mil heridas yo también tirado estoy, viejo puente... ¡Puente Alsina!... sos un cacho de mi vida que llora mi corazón. Cuando mis ojos dormidos no puedan ver ya tu sol, ¿Qué manos me harán el signo de esta cruz que me envolvió? Soñaba con ser calandria... y apenas si fui gorrión... Bajo el fulgor de tu estrella y en el temblor de mi voz, beso tu nombre ¡Pompeya! llorando te digo adiós…

Pompeya (Callejeros)

 saliendo por alma fuerte y mi pena esquivando a la gente que duerme ahi calle de adoquines testigos del ayer pasan carretas fantasmas de la noche en la esquina del bar de la plata y saenz los borrachos se pelean como costumbre voy cruzando la vias de homero manzi que terminan en la estacion buenos aires llegando a la perito pasando las ferias se ve oscuro el horizonte hacia ambos lados escuchas venis un tren pero nada va a pasar la adrenalina y el miedo en el aire sentiras y voy otra vez por el mismo destino que vivo barrio que algunas ves diste letras al comienzo de un siglo desde aca se siente el olor a riachuelo que viene a lo lejos desde el puente siniestro los pibes de alcorta doblados del paco te piden monedas tapando tristezas otros van al la muega o van a la iglesia o jalan la bolsa o viven esta cancioon

Manoblanca Homero Manzi

 Dónde vas carrerito del este castigando tu yunta de ruanos, y mostrando en la chata celeste las dos iniciales pintadas a mano. Reluciendo la estrella de bronce claveteada en la suela de cuero, dónde vas carrerito del Once, cruzando ligero las calles del Sur. ¡Porteñito!... ¡Manoblanca!... Vamos ¡fuerza, que viene barranca! ¡Manoblanca!... ¡Porteñito! ¡Fuerza! ¡vamos, que falta un poquito! ¡Bueno! ¡bueno!... ¡Ya salimos!... Ahora sigan parejo otra vez, que esta noche me esperan sus ojos en la Avenida Centenera y Tabaré. Dónde vas carrerito porteño con tu chata flamante y coqueta, con los ojos cerrados de sueño y un gajo de ruda detrás de la oreja. El orgullo de ser bien querido se adivina en tu estrella de bronce, carrerito del barrio del Once que vuelves trotando para el corralón. ¡Bueno! ¡bueno!... ¡Ya salimos!... Ahora sigan parejo otra vez mientras sueño en los ojos aquellos de la Avenida Centenera y Tabaré.

Barrio de tango Francisco Fiorentino

Imagen
  Un pedazo de barrio, allá en Pompeya, Durmiéndose al costado del terraplén. Un farol balanceando en la barrera Y el misterio de adiós que siembra el tren. Un ladrido de perros a la luna. El amor escondido en un portón. Y los sapos redoblando en la laguna Y a lo lejos la voz del bandoneón. Barrio de tango, luna y misterio, Calles lejanas, ¡cómo estarán! Viejos amigos que hoy ni recuerdo, ¡qué se habrán hecho, dónde estarán! Barrio de tango, qué fue de aquella, Juana, la rubia, que tanto amé. ¡Sabrá que sufro, pensando en ella, Desde la tarde que la dejé! Barrio de tango, luna y misterio, ¡desde el recuerdo te vuelvo a ver! Un coro de silbidos allá en la esquina. El codillo llenando el almacén. Y el dramón de la pálida vecina Que ya nunca salió a mirar el tren. Así evoco tus noches, barrio 'e tango, Con las chatas entrando al corralón Y la luna chapaleando sobre el fango Y a lo lejos la voz del bandoneón